17 de noviembre de 2017

Ambedo

Este sustantivo nos sirve para dar nombre a una emoción. No está en el diccionario pero, ¿a qué debería estar?

Emoción que se traduce en un estado melancólico, o una especie de trance, un momento de evasión... en que solo nos centramos en absorber todos esos detalles sensoriales como el olor del café, el sonido de la lluvia, el chisporroteo del fuego, el agua hirviendo en una olla, la bolita de nieve que cae, el sonido que hace el viento inclinando los árboles... y ahí podemos estar absortos hasta que se produce un cataclismo alrededor que nos hace volver a la realidad.

Es vivir en un pequeño hecho la existencia de la vida.

"Chico", La aldea menuda, de Rebecca Dautremer


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