17 de noviembre de 2017

Ambedo

Este sustantivo nos sirve para dar nombre a una emoción. No está en el diccionario pero, ¿a qué debería estar?

Emoción que se traduce en un estado melancólico, o una especie de trance, un momento de evasión... en que solo nos centramos en absorber todos esos detalles sensoriales como el olor del café, el sonido de la lluvia, el chisporroteo del fuego, el agua hirviendo en una olla, la bolita de nieve que cae, el sonido que hace el viento inclinando los árboles... y ahí podemos estar absortos hasta que se produce un cataclismo alrededor que nos hace volver a la realidad.

Es vivir en un pequeño hecho la existencia de la vida.

"Chico", La aldea menuda, de Rebecca Dautremer

8 comentarios:

  1. Qamar, algo parecido me ocurre con los cuentos de la luna y el ratón.

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    1. Es que la luna siempre tiene algo que hace que el ratón... tenga un bonito momento :-)
      Qamarbesis.

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  2. Soy experta en esos estados... y no sabía que se llamaba así. Simplemente me autodefino nefelibata.

    Mil besitos y gracias por mostrar, mi querida Mag.

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    1. Yo soy muy visitante del país de las Babías... Tengo ya un pase VIP :-)

      Qamarbesis.

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  3. No todos conocemos ese concepto, pero sí todos hemos experimentado aquello. Gracias por enseñárnoslo.

    Besos dulce y dulce fin de semana.

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    1. Por eso dicen que las palabras no tienen cabida hablando de emociones o sensaciones, y que se quedan cortas.

      Qamarbesis.

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Escribir desde el alma del niño que habita dentro nuestro es abrir las alas del adulto que somos.
Gracias por disponer de un ratito y pararte aquí.


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